Todas las sociedades poseen un conjunto de ideas y reflexiones propias sobre el origen del mundo y sobre cómo fueron creados los seres y los elementos: los humanos, los animales, las plantas, los ríos, los paisajes, los astros, el cielo y la tierra, entre otras cosas.

¡Muchas veces, esas ideas y reflexiones sobre los orígenes son narrados a través de historias que denominamos mitos!

O que são mitos?

Los mitos son historias sobre un pasado bien distante que, al mismo tiempo, le dan sentido a la vida en el presente dado que explican cómo el mundo, los seres y las cosas llegaron a ser como son.

Um velho Krahô segurando uma criança. Foto: Prêmio Culturas Indígenas.
Um velho Krahô segurando uma criança. Foto: Prêmio Culturas Indígenas.

Son relatados y recontados a los jóvenes por los mayores. Es de esta manera que los conocimientos más importantes son transmitidos oralmente entre las generaciones.

Los mitos se relacionan con la vida social, los rituales, la historia y el modo de vivir y de pensar de cada sociedad y, por eso, expresan diferentes maneras de ver la vida, la muerte, los seres, el tiempo y el espacio...

Son parte de la tradición de un pueblo pero esa tradición siempre se transforma.

¿Cómo ocurre esa transformación?

Siempre que un mito se relata, el mismo puede ser recreado por quien lo cuenta. Las experiencias vividas y los acontecimientos considerados importantes al momento de la narración pueden influenciar al narrador alterando las historias que se cuentan. ¡Por esa razón, los mitos son siempre modificados!

Es por lo dicho que existen varias versiones de un mismo mito, o sea, existen diferentes maneras de contar una misma historia.

Mitos griegos

Generalmente, cuando pensamos en los mitos, recordamos historias de héroes y de dioses griegos como Hércules, Aquiles, Agamenón, Zeus, Afrodita, Apolo, Artemisa o Hermes, entre otros.

Estátua de Afrodite. Museu Nacional de Arqueologia de Atenas, Grécia. Foto: Tilemahos Efthimiadis, 2009. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição 2.0 Genérica: Você deve dar crédito ao autor original, da forma especificada pelo autor ou licenciante).
Estátua de Afrodite. Museu Nacional de Arqueologia de Atenas, Grécia. Foto: Tilemahos Efthimiadis, 2009. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição 2.0 Genérica: Você deve dar crédito ao autor original, da forma especificada pelo autor ou licenciante).
Estátua de bronze de Poseidon ou Zeus. Foto: Josep M Martí, 2008. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição: Uso Não-Comercial, Compartilhamento pela mesma Licença 2.0 Genérica).
Estátua de bronze de Poseidon ou Zeus. Foto: Josep M Martí, 2008. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição: Uso Não-Comercial, Compartilhamento pela mesma Licença 2.0 Genérica).
 

No es porque si que ocurre esto ya que fue en la antigua Grecia en donde surgió la palabra mito. En griego, mito se escribe de esta manera: mythos.

Parthenon, antigo templo grego, Atenas (Grécia). Foto: Adamos Maximus, 2006. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição: Uso Não-Comercial, Vedada a Criação de Obras Derivadas 2.0 Genérica).
Parthenon, antigo templo grego, Atenas (Grécia). Foto: Adamos Maximus, 2006. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição: Uso Não-Comercial, Vedada a Criação de Obras Derivadas 2.0 Genérica).

Esos mitos eran relatados por los griegos antiguos y se refieren a los orígenes del mundo y a las aventuras de los dioses, diosas, héroes, heroínas y otras criaturas como el minotauro, el centauro o las ninfas...

Parte de esas historias fue registrada por importantes poetas griegos como Homero y Hesíodo y esos escritos antiguos son la fuente que registra el actual conocimiento acerca de la mitología griega.

¿Y qué es la mitología?

La mitología es el estudio de los mitos y de sus significados. Esa palabra se usa también para hacer referencia al conjunto de mitos de una sociedad, una religión o un tema específico.

Mitos indígenas

Los pueblos indígenas, así como en otras sociedades, también transmiten sus conocimientos y experiencias a través de los mitos. Por ser poblaciones que, hasta hace poco tiempo, no registraban sus saberes por medio de textos escritos, la manera más adecuada de transmitir sus conocimientos era – y aún lo es – a través del habla.

Es importante decir que, además de los mitos, existen otras maneras de expresarse oralmente como los cantos, las ceremonias y otros tipos de discurso.

¿Por qué, muchas veces, es difícil comprender los mitos?

Aprendemos que los mitos nos brindan las reflexiones de un pueblo sobre varios temas. Sin embargo, cuando no conocemos bien a ese pueblo, sus valores y su cultura, muchos detalles presentes en esas historias se entienden mal. Para descifrar esos mitos es necesario estudiar, saber las formas de vivir y de pensar de pueblo que los creó. Sólo de esta manera podremos conocer a fondo la riqueza de sus significados.

¿Ocurre lo mismo con los mitos indígenas?

Si. Porque, generalmente, se sabe muy poco o casi nada sobre los diferentes pueblos indígenas y así se hace difícil comprender sus historias. ¡Cada vez con más certeza percibimos que tenemos mucho que aprender sobre ellos!

¿Todos los pueblos indígenas tienen los mismos mitos?

No. ¡Muy por el contrario! Así como existen muchos grupos indígenas existen también muchas diferencias entre sus mitos.

Ustedes ya aprendieron que un mito puede tener muchas versiones. En Brasil existen más de 230 pueblos indígenas. ¡Imaginen cuántos mitos diferentes existen! Pensemos inclusive que, dentro de una misma aldea, existen variaciones en el relato de los mitos.

¡Los mitos son creaciones originales y, por eso, son muy variados!

A pesar de las diferencias, ¿existe algo común entre los mitos?

Existen temas comunes en los mitos amerindios (pueblos indígenas que viven en todo el continente americano) dado que durante miles de años convivieron, realizaron intercambios, compartieron experiencias y ideas y de esta manera se crearon un conjunto de características comunes.

Conoce algunos temas comunes en los mitos amerindios.

Historias sobre el Sol y la Luna

¿Cómo las relatan los Inuit?

Mulher e criança Inuit, 1912 (Library of Congress). Foto: Bob Bobster, 2009. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição 2.0 Genérica: Você deve dar crédito ao autor original, da forma especificada pelo autor ou licenciante).
Mulher e criança Inuit, 1912 (Library of Congress). Foto: Bob Bobster, 2009. Publicada sob uma licença Creative Commons (Atribuição 2.0 Genérica: Você deve dar crédito ao autor original, da forma especificada pelo autor ou licenciante).

Los Inuit, que viven en la región del estrecho de Bering (norte del continente americano), también conocidos como Esquimales, cuentan que, antiguamente, vivía en una aldea de la costa un hombre con su mujer. Tenían dos hijos, una niña y un niño. Cuando estos niños crecieron, el niño se enamoró de su hermana. Como el no dejaba de provocarla, ella huyó hacia el cielo y se transformó en luna. Desde ese momento el joven no dejó de perseguirla en la forma de sol. A veces el consigue aproximarse y abrazarla. Es en ese momento cuando ocurre el eclipse de luna.

¿Cómo lo relatan los Kanamari?

Los Kanamari hablan una lengua de la familia Katukina y viven en diferentes tierras indígenas en el estado de Amazonas. Ellos cuentan que, mucho tiempo atrás, nacieron dos niños en una aldea. Ellos fueron criados juntos. Cuando crecieron, una noche el hermano se acostó en la misma red de su hermana y mantuvieron contacto íntimo. Como hacía esto por la noche y nada contaba, su hermana no sabía que el visitante era él.

Crianças Kanamari. Foto: Luiz Costa, 2004
Crianças Kanamari. Foto: Luiz Costa, 2004

La joven quería descubrir quién era el joven que la visitaba y tuvo una gran idea: arrojó tinta de jenipapo en una jarra y lo dejó debajo de su red. Por la noche, el joven fue a visitarla nuevamente y antes de que se retirase ella marcó su rostro con la tinta. Al amanecer, ¡ella vio que el joven con el rostro manchado por el jenipapo era su hermano! Los dos tuvieron mucha vergüenza y se separaron. A partir de ese día, el joven se convirtió en luna y la niña en sol y nunca más se encontraron.

¿Cómo cuentan este mito los Taurepang?

Moças Taurepang. Foto: Eliane Motta, 1984.
Moças Taurepang. Foto: Eliane Motta, 1984.

Los Taurepang que viven en la frontera entre el Brasil, Venezuela y Guayana relatan que, antiguamente, Wei y Kapei, el sol y la luna, eran muy amigos y nunca se separaban. En aquel tiempo, Kapei (luna) tenía un rostro limpio y gracioso. El se enamoró de una de las hijas del sol y comenzó a visitarla todas las noches. Eso no le agradó al sol quien le ordenó a su hija que ensuciara el rostro de su amante (luna) con sangre menstrual. Desde entonces los dos astros se volvieron enemigos y la luna, que quedó con su rostros todo manchado, evita el sol.

Historias sobre el robo del fuego

¿Cómo la relatan los Tikuna?

Homem ticuna voltando da pesca. Belém do Solimões, Terra Indígena Évare I, Amazonas. Foto: Jussara Gruber, 1979.
Homem ticuna voltando da pesca. Belém do Solimões, Terra Indígena Évare I, Amazonas. Foto: Jussara Gruber, 1979.

Los Tikuna, que viven en el Amazonas (Brasil), en el Perú y en Colombia, cuentan que, antiguamente, los hombres no conocían ni la mandioca dulce ni el fuego. Una anciana aprendió con las hormigas el secreto de la mandioca y su amigo, un pájaro nocturno, el curiango, le proporcionaba el fuego. El pájaro guardaba el fuego en su pico y lo usaba para cocinar la mandioca en vez de calentarla al sol o por debajo de sus axilas.

Los hombres encontraban deliciosos los beijus que la anciana elaboraba y querían conocer la receta. Ella decía que simplemente los cocinaba con el calor del sol. Pero al pájaro le divirtió la mentira de la anciana y no se puedo contener: ¡se echó a reír! De inmediato todos vieron las llamas saliendo de su pico. Los hombres decidieron abrirle el pico a la fuerza y robarle el fuego. Es por eso que en la actualidad los curiangos tienen un pico grande.

¡Fue a partir de ese día que los hombres pudieron usar el fuego para cocinar!

¿Cómo lo relatan los Tembé?

Mulher Tembé da aldeia do Posto. Foto: Vincent Carelli, 1980
Mulher Tembé da aldeia do Posto. Foto: Vincent Carelli, 1980

Antiguamente, el urubú-rey (buitre) era el dueño del fuego y los hombres debían secar su carne de caza al sol. Un día, ellos decidieron robar el fuego y mataron un anta. Cuando los restos de la caza se llenaron de gusanos, el buitre descendió del cielo con sus amigos. Todos se sacaron las ropas de pluma y aparecieron bajo la forma humana. Encendieron un gran fuego, envolvieron los gusanos en hojas y los colocaron al fuego para ser asados. Los hombres que estaban escondidos muy cerca del banquete consiguieron, después de una tentativa fracasada, ¡robarles el fuego a los buitres!

¿Cómo lo cuentan los Katukina?

Los Katukina hablan una lengua de la familia Pano y viven en la región del río Juruá en su curso superior, estado de Acre. Este pueblo también tiene varias historias sobre el origen del fuego; una de ellas relata lo siguiente:

Meninos katukina. Terra Indígena do Rio Campinas (Acre). Foto: Edilene Coffaci de Lima, 1998.
Meninos katukina. Terra Indígena do Rio Campinas (Acre). Foto: Edilene Coffaci de Lima, 1998.

Un día, una onza fue a cazar y le pidió a un periquito y a un búho que cuidasen el fuego porque este se podía apagar. La onza les dijo que si ellos cuidaban el fuego con celo ella les daría un poco de lo obtenido en su excursión de caza. ¡Dicho y hecho! El periquito y el búho se quedaron cuidando el fuego pero, a su regreso, la onza se comió todo si darles a ellos nada de lo obtenido. Al día siguiente la onza fue a cazar nuevamente. Les hizo el mismo pedido al periquito y al búho. Al final de la tarde la onza volvió de la cacería y el periquito le preguntó de inmediato si iría a convidarles un pedazo de carne para cocinar. La onza le dijo que si pero, al final del día, se había comido toda la carne.

Eso se repitió durante varias jornadas hasta que un día el búho y el periquito decidieron robarle el juego a la onza. El búho tuvo la idea de esconder el fuego en un agujero de un árbol y fue eso lo que hizo el periquito antes de que la onza volviese de la cacería. La onza, al ver que se había quedado sin fuego se desesperó. Ella intentó hacer nuevamente otro fuego pero no lo pudo conseguir. Entonces se percató que desde ese momento y en adelante tendría que comer carne cruda. El periquito cuidó muy bien el fuego que estaba guardado en un árbol bien alto. El tenía un pico bien grande pero el fuego se lo quemó casi todo y es por eso que en la actualidad el pico de los periquitos es muy pequeño.

Fue el periquito quien le dio el fuego a los humanos quienes antes de eso ¡sólo comían carne cruda!

Existen de hecho muchas semejanzas entre los mitos de los amerindios aunque si prestamos una mayor atención también podemos ver varias diferencias.

Conoce la animación de Ilya y el Fuego (Ilya e o Fogo) que relata la historia de Ilya, un joven guerrero hijo de Cy, la Tierra, quien desafió a su madre robándole el fuego. ¡El autor se inspiró en un mito indígena sobre el robo del fuego y creó este lindo video!

¡Mira el video!

El origen de las plantas cultivadas

Elegimos dos mitos sobre el tema. La primera versión es bastante conocida entre los indios Iranxe Manoki y Menky Manoki; la segunda es común entre los Enawenê-Nawê.

Pero a pesar de que hablan sobre el origen de las plantas cultivadas existen diferencias entre las dos historias.

¡Descubre cuáles son!

¿Cómo lo cuentan los Iranxe Manoki y los Menky Manoki?

Los Iranxe Manoki y los Menky Manoki viven en el estado de Mato Grosso y relatan que, antiguamente, un niño estaba muy triste porque sentía que su padre no simpatizaba mucho con el. Un día la madre del niño lo llamó para hacer una rueda de recolección en la selva. Mientras volvían, el niño decidió no regresar más a la aldea y le pidió a su madre que los enterrase allí mismo, en la selva. Le dijo que el no moriría y que su cabeza debería quedar por fuera de la tierra. La madre, muy triste, le concedió a su hijo este deseo y se alejó sin mirar hacia atrás, como el mismo había pedido.

Mulher irantxe fazendo farinha de mandioca. Foto: Ana Cecilia Venci Bueno
Mulher irantxe fazendo farinha de mandioca. Foto: Ana Cecilia Venci Bueno

Cuando ella llegó a su casa le contó todo a su marido y, un tiempo después, ellos fueron hasta el lugar en donde el niño había sido enterrado. Al acercarse, escucharon un canto muy bello y vieron un gran campo de cultivo lleno de alimentos.

La cabeza del niño se convirtió en calabaza, las piernas y brazos se transformaron en mandiocas, los dientes originaron el maíz y las uñas maníes. ¡Así fue que surgieron las diferentes plantas cultivadas en la actualidad por los Iranxe Manoki y los Menky Manoki!

¿Cómo lo cuentan los Enawenê-Nawê?

Los Enawenê-Nawê, quienes también viven en el estado de Mato Grosso, cuentan una historia parecida con la de los Irantxe y los Myky. Pero en vez de un niño, es una niña la que da origen a las plantas cultivadas.

Mulher enawenê-nawê prepara a mandioca para ser ralada. Foto: Kristian Bengtson, 2003.
Mulher enawenê-nawê prepara a mandioca para ser ralada. Foto: Kristian Bengtson, 2003.

Cierto día una joven niña le pidió a la madre que la enterrase. A pesar de la tristeza, la madre atendió el pedido de la hija y la enterró hasta la cintura en una tierra blanda y fría. Luego de ser enterrada, la niña le pidió a la madre que no mirase para atrás al retirarse. También le pidió que volviese a visitarla luego de las primeras lluvias. Le recomendó, finalmente, que no se olvidase de traerle pescado y que mantuviese el terreno a su alrededor siempre limpio y bien cuidado.

La madre hizo todo lo que la hija le pidió y, al regresar a ese lugar del entierro, encontró un campo de mandioca bonito y bien estructurado. De cada parte del cuerpo de la niña brotó una nueva planta dándole origen a las variedades de la mandioca cultivadas en la actualidad por los Enawenê-Nawê. La madre visitaba con frecuencia en el campo de cultivo, lo limpiaba alrededor de las plantas y retiraba con cuidado las raíces llevándoselas a la aldea en donde todos se alimentaban.

Otras madres que acompañaron estos acontecimientos resolvieron también enterrar a sus hijas y así fue que surgieron otras plantas como la batata dulce, el cará y el ñame, entre otras.

¿Quién cuenta los mitos?

En cada grupo indígena existen personas que se destacan en el arte de contar los mitos. Generalmente son personas ancianas que poseen un gran conocimiento de las tradiciones culturales de su pueblo. Es muy común que los chamanes, brujos o eximios cantores sean esos sabios narradores. Sus historias son apreciadas por toda la comunidad.

¿En qué momentos se relatan los mitos?

Crianças guarani na aldeia Krukutu, em São Paulo. Foto: Prêmio Culturas Indígenas.
Crianças guarani na aldeia Krukutu, em São Paulo. Foto: Prêmio Culturas Indígenas.

Los mitos pueden ser contados en los momentos en los que la aldea está más tranquila, generalmente por la tarde o en las primeras horas de la noche, cuando todos ya acabaron con sus tareas y están reunidos en sus casas. Las historias también pueden ser contadas durante alguna actividad cotidiana; durante una caminata en la selva, durante una excursión de pesca o durante los trabajos en los campos de cultivo.

¿Existen los mitos cantados?

Si. Se producen situaciones en las que los mitos son narrados bajo la forma de canciones.

Entre los Marubo, que viven en el estado de Amazonas, los mitos son cantados por los kechitxo, cantantes quienes para serlo atraviesan un largo proceso de aprendizaje. Es durante ese proceso en el que los kechitxo más ancianos le enseñan a un pariente joven sus mitos cantados.

Foto: Delvair Montagner, 1975
Foto: Delvair Montagner, 1975

Los Marubo cantan sus mitos para curar las enfermedades y para cada una de ellas existe un canto diferente. Los cantos pueden ser cortos, extendiéndose por apenas veinte minutos, o muy extensos, cantados a lo largo de tres días. Un tema común en las canciones largas es aquel que habla sobre el origen y la aparición de las personas, los animales, los espíritus y, en definitiva, de cómo todo el universo se originó.

Los mitos pueden ser cantados para pocas personas durante la noche y luego de las comidas o en las fiestas en las cuales se reúnen los parientes de diversas malocas. En estas ocasiones el kechitxo canta acompañado por los jóvenes.

¿Los niños indígenas comprenden por completo los mitos de sus pueblos?

La mayoría de las veces las historias son muy complejas, o sea, de difícil comprensión para los niños que todavía no dominan muchos conocimientos. Los ancianos, cuando van a relatarle los mitos a los niños, tornan la historia más accesible, con menos detalles complicados. De esta manera los niños entran en contacto con los asuntos importantes y, lentamente, van descubriendo y conociendo la riqueza de su cultura.

¿Qué temas tocan los mitos indígenas? ¿De qué hablan?

Los mitos hablan de muchas cosas. Cuentan las aventuras de los héroes que vivieron en el “comienzo de los tiempos”, cuando el mundo y los diferentes seres no habían sido creados. En esos tiempos, por ejemplo, los humanos y los animales podían conversar entre sí dado que se entendían lo que cada uno decía.

Las narrativas también cuentan cómo los hombres, los animales y las plantas, así como otros seres, fueron volviéndose diferentes entre sí. Relatan las conquistas, los descubrimientos, los diluvios, las catástrofes y las transformaciones…

Relatan cómo los seres que vivieron al comienzo de los tiempos transformaron o crearon el mundo de la manera en la que hoy se nos manifiesta. Estos seres les enseñaron a los humanos la manera correcta de vivir en sociedad, de hacer las fiestas y los rituales, de cultivar, cazar, de pescar, cómo hacer las redes y los cestos entre tantas cosas importantes para la vida.

Conoce algunos mitos sobre el origen de la humanidad

¿Como será que el pueblo Desana, cuyos integrantes viven en el estado de Amazonas, en el Brasil, y en Colombia relatan la historia del origen de la humanidad?

¿Cómo relatan los Desana el origen de la humanidad?

Para los Desana, la humanidad entera tiene el mismo origen. Cuentan que en el principio, cuando el mundo no existía, una mujer conocida como Yebá Buró, o la Abuela del Mundo, generó Cinco Hombres Trueno. Ellos eran quienes debían crear a la futura humanidad pero no pudieron cumplir con este propósito. Entonces ella creó al Bisnieto del Mundo, Yebá Gõãmu, y después a su hermano, Umukomahsu Boreka.

Cobra Grande pintada sobre maloca no Alto Rio Negro. Foto: Beto Ricardo/ISA.
Cobra Grande pintada sobre maloca no Alto Rio Negro. Foto: Beto Ricardo/ISA.

Los dos hermanos y el Tercer Trueno salieron para crear a la futura humanidad y, para eso, llevaron todas las riquezas de poseían, El Tercer Trueno se transformó en una cobre muy grande y descendió hasta el fondo del Lago de Leche. Esa cobra, también denominada Canoa de Transformación, tenía a dos hermanos como comandantes y se desplazaba como un submarino.

Ellos crearon las casas debajo del agua y en cada lugar en donde se detenían realizaban rituales con las riquezas que habían llevado. Estas riquezas se transformaron en gente. Luego de esto, los hermanos crearon las lenguas de los diferentes grupos que aún en la actualidad viven en la región superior del río Negro.

A la vuelta de este viaje, la Canoa de la Transformación llevó a los humanos hasta una catarata. Allí fue que ellos pisaron la tierra por vez primera. Yebá Gõãmu, el Bisnieto del Mundo, no bajó a la tierra aunque le dio origen al jefe de los Tukano quien fue el primero en descender en la cobra-canoa. Luego fue Boreka, el jefe de los Desana, el que descendió. El tercero fue el jefe de los Pyra-Tapuyo, el cuarto el jefe de los Siriano, el quinto fue el jefe de los Baniwa y el sexto en salir fue el jefe de los Maku. El Bisnieto del Mundo les dio a todos ellos algunos objetos y el poder se ser tranquilos, de hacer grandes fiestas y de convivir bien con mucha gente.

El séptimo en salir fue el hombre blanco que tenía una escopeta en la mano. Yebá Gõãmu no le dio bienes pero le dijo que sería una persona sin miedos y que haría la guerra para robar la riqueza de los otros. El blanco, después de tirar un tiro con su escopeta, se dirigió al sur para hacer la guerra.

Fuentes de información

  • Aracy Lopes da Silva

Mitos e cosmologias indígenas no Brasil: breve introdução, no livro Índios no Brasil (1992).

Mito, razão, história e sociedade, no livro A Temática Indígena na Escola (1995).

  • Claude Lévi-Strauss

Mitológicas. Volumes O cru e o cozido, Do mel às cinzas e A origem dos modos à mesa. São Paulo, Cosac Naify (2004, 2005 e 2006).

  • Jean-Pierre Vernant

O universo, os deuses, os homens (2000).

  • Povo Kanamari e COMIN

Tâkuna Nawa Buh Amteiyam Amkira – Mitos kanamari (2007).

  • Povo Katukina e Comissão Pró-Índio do Acre

Noke shoviti – Mitos Katukina.

  • Tõrãmu Kehíri e Umusi Pãrõkumu

Antes o mundo não existia - Mitologia dos antigos Desana-Kehíripõrã (1995).

  • Ana Cecilia Venci Bueno

Os Irantxe e Myky do Mato Grosso: um estudo do parentesco (2000).

  • Dominique Gallois

Pesquisa etnológica entre os Tupi do Cuminapanema (1992).

  • Gilton Mendes dos Santos

Da cultura à natureza: um estudo do cosmos e da ecologia dos Enawene-Nawe (2006).

  • Pedro de Niemeyer Cesarino

De 'cantos-sujeito' a 'patrimônio imaterial': considerações sobre a tradição oral Marubo (2006).